Fecha de publicación:
22 de noviembre de 2022
 

Tiempo de lectura:
04:07 MIN
 

Establecer un mejor control sobre el riesgo cardiovascular es la estrategia preventiva más eficaz para reducir el impacto de las enfermedades cardiovasculares

Las enfermedades cardiovasculares se constituyen como la primera causa de muerte en todo el mundo. Según los últimos datos publicados por la Organización Mundial de la Salud, estas patologías son las responsables del fallecimiento de 17,9 millones de personas al año 1. Más del 90% de dichas defunciones se deben a cardiopatías coronarias y accidentes cardiovasculares 1 . Para revertir estas cifras, es esencial llevar a cabo una adecuada estratificación del riesgo cardiovascular, adaptando las estrategias terapéuticas a las necesidades de cada paciente.

¿Qué es la estratificación del riesgo cardiovascular?

La estratificación del riesgo cardiovascular permite llevar a cabo una valoración individual para determinar la “probabilidad” de que una persona pueda sufrir un acontecimiento cardiovascular a corto o medio plazo. De esta forma, la estratificación del riesgo cardiovascular se ha convertido en una herramienta esencial en el ámbito de la prevención primaria. Y es que, precisamente los pacientes que no han sufrido aún ningún episodio cardiovascular, ni padecen ninguna patología cardíaca, son los que deben ser sometidos a dicha evaluación 2.

En los individuos que ya presentan un riesgo cardiovascular elevado no es necesario estratificar el riesgo 3. Principalmente porque, en estos supuestos, ya se constata la existencia de un riesgo cardiovascular alto que requiere de una intervención terapéutica. Por ejemplo, en personas con:

  • Enfermedad cardiovascular establecida 3.
  • Sin enfermedad cardiovascular establecida, pero con:
  • Un colesterol total ≥ 8 mmol/l (320 mg/dl), un colesterol LDL ≥ 6 mmol/l (240 mg/dl) o una relación CT/C-HDL > 8 3.

  • Cifras de tensión arterial permanentemente elevadas ( > 160–170/100–105 mmHg) 3.

  • Diabetes tipo 1 o tipo 2 3.

  • Nefropatía manifiesta u otra enfermedad renal importante 3 . Insuficiencia renal o deterioro de la función renal 3.

Es importante recordar que el objetivo de la estratificación es valorar el riesgo cardiovascular de sufrir algún episodio, con el fin de adoptar las decisiones terapéuticas que sean más adecuadas para cada caso3.

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Fig. 1. Tabla SCORE calibrada para España del riesgo estimado de mortalidad cardiovascular aterosclerótica en 10 años, para valores específicos de presión arterial sistólica y colesterol total, según hábito tabáquico, sexo y edad.

¿Cómo se calcula la estratificación del riesgo cardiovascular? Tabla de cálculo SCORE

En España, y siguiendo las recomendaciones de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) y la Sociedad Europea de Arteriosclerosis (EAS), se emplea la tabla de cálculo SCORE (Systemic Coronary Risk Estimation)4.

Este método de evaluación de riesgo cardiovascular ha sido diseñado y validado en cohortes europeas representativas4.

Dentro de este mismo sistema de estratificación, se distinguen diversas tablas de cálculo que se adaptan a las características propias de riesgo cardiovascular de diferentes regiones y países europeos4.

En términos generales, SCORE permite determinar el riesgo a 10 años de que se produzca una primera complicación aterosclerótica letal4. Como, por ejemplo, un infarto agudo de miocardio o un accidente cerebrovascular4. Para ello, tiene en cuenta los siguientes factores de riesgo cardiovascular4:

  • Edad.

  • Sexo.

  • Tabaquismo.

  • Presión arterial.

  • Colesterol total.

Con el objetivo de calcular el riesgo, se toman como referencia las ecuaciones de regresión multivariable derivadas de las tablas originales de Framinghan 4. A cada uno de los factores de riesgo se le atribuye una puntuación, diferente en función de si el sujeto es hombre o mujer 4. El resultado que se obtiene se convierte en una probabilidad absoluta de desarrollar una enfermedad cardiovascular en un plazo de 10 años. En atención al mismo, se lleva a cabo una clasificación del riesgo, distinguiendo entre 4:

  1. Muy alto: personas que disponen de una enfermedad cardiovascular o un nivel muy alto de otros factores cardiovasculares y requieren de un tratamiento intensivo 4  SCORE > 10%.
  2. Alto: SCORE 5–10%
  3. Moderado: SCORE 1–5%
  4. Bajo: SCORE < 1%

A modo de ejemplo, si un paciente dispone de una estimación de riesgo del 8%, se cataloga como persona con un riesgo cardiovascular alto. Y se traduce en que, de 100 personas con parámetros similares, 8 sufrirán un evento cardiovascular en los próximos 10 años 5.

¿Cuál es la tabla de cálculo más adecuada para la estratificación del riesgo cardiovascular en España?

Como se apuntaba con anterioridad, existen diversas tablas de cálculo para la estratificación del riesgo cardiovascular. En España, las más utilizadas son: las tablas originales de Framinghan, REGICOR y SCORE2.

A pesar de que SCORE es la que ha obtenido un mayor respaldo, sigue habiendo ciertas discrepancias sobre cuál debe ser la escogida2.

Con el fin de abordar este asunto, se han llevado a cabo numerosos estudios. Recientemente, el Ministerio de Sanidad Español ha publicado una “Guía de Práctica Clínica sobre el manejo de los Lípidos como factor de riesgo cardiovascular” donde recopila el resultado de algunos de ellos2.

De conformidad con dicha Guía, se pueden extraer las siguientes conclusiones y recomendaciones:

  1. Por lo general, el uso de las tablas originales de Framinghan no es recomendable en poblaciones de bajo riesgo cardiovascular, como es el caso de España 2. Sin embargo, existen estudios que demuestran lo contrario. Por ejemplo, uno que se llevó a cabo en la comunidad canaria determinó que las tablas de Framinghan estimaron mejor las tasas de mortalidad que el baremo SCORE 2.

  2. La tabla de “REGICOR” ha demostrado ser muy eficaz, logrando predecir adecuadamente las tasas de eventos coronarios a los 5 años 2. Su aplicación se recomienda para la valoración inicial de riesgo cardiovascular en personas sin antecedentes de enfermedad cardiovascular, así como en adultos de 35 a 74 años y en la población diabética 2.

  3. SCORE es el método de estratificación del riesgo cardiovascular recomendado por el Conjunto de las Guías Europeas de Prevención Cardiovascular 2. Ahora bien, tal y como demuestran varios estudios, no debe emplearse en personas mayores de 65 años, ni ante la presencia de enfermedad vascular establecida, hipercolesterolemia familiar o dislipemias genéticas 2.

MAT-ES-2203254 V1 Noviembre 202

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