Dado que una dieta sana, el ejercicio físico y dejar de fumar son elementos que pueden ayudar a reducir los niveles elevados de c-LDL, un cambio en el estilo de vida debe ser siempre el primer paso para reducir dichos niveles. Sin embargo, en muchos pacientes estas medidas no son suficientes y debe iniciarse el tratamiento farmacológico para alcanzar los niveles objetivo recomendados.

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