Fecha de publicación:
5 de enero de 2021
 

¿Sabías que la telecardiología es una de las especialidades de telemedicina más utilizadas en España?

Gracias a los grandes beneficios que reporta, tanto para los pacientes con patologías cardíacas, como para los propios profesionales, la telecardiología se sitúa en la cúspide de la telemedicina.

A partir de su aplicación, se ha conseguido:

  • Reducir los días de hospitalización de los pacientes intervenidos.
  • Mejorar las tasas de mortalidad de los pacientes con insuficiencia cardíaca.

La Telecardiología, una de las especialidades de telemedicina más utilizada en España

La telemedicina ha ido adquiriendo relevancia en estos últimos años, principalmente, por los grandes beneficios que reporta:

  • Mejora la calidad asistencial a los pacientes.
  • Establece conexiones más eficaces.
  • Elimina las barreras geográficas.
  • Optimiza los recursos disponibles.

La digitalización progresiva del sistema sanitario, y su apertura hacia la aplicación de las nuevas tecnologías en salud, ha promovido la aparición de nuevas formas de telemedicina: el desarrollo de wearables para monitorizar la salud de un paciente, dispositivos electrónicos que permiten la comunicación constante entre paciente y profesional sanitario, o dispositivos implantables que cumplen funciones tan importantes como detectar el nivel de glucosa en sangre cada 30 segundos.

Con el avance de la tecnología, y en un escenario donde cada vez es más necesario apostar por vías alternativas a la medicina tradicional, muchas especialidades médicas han decidido incluir en su práctica diaria a la telemedicina.

En este sentido, y de acuerdo con los datos publicados en El Índice SEIS 2019 (1), la telecardiología se sitúa en el segundo puesto de las especialidades médicas que más utiliza los sistemas propios de la telemedicina.

Los beneficios de la telecardiología

La telecardiología busca reforzar la asistencia sanitaria de aquellos pacientes con patologías cardíacas crónicas, los cuales requieren de una supervisión y seguimiento constante y periódico. Como, por ejemplo, en aquellos casos donde la persona sufre una insuficiencia cardíaca.

Gracias a la telecardiología, en la actualidad podemos contar con dispositivos de medición domiciliarios invasivos y no invasivos. Este hecho hace que se puedan controlar, de manera constante, los parámetros vitales del paciente en el hogar. De este modo, se complementa la atención convencional, mejorando la calidad asistencial del servicio ofrecido al paciente.

Así pues, la telecardiología construye nuevas formas de conexión entre los pacientes y los profesionales sanitarios. También, entre los propios profesionales sanitarios.

1. Telecardiología “Doc to Doc”

Al incluir nuevas formas de comunicación a través de la telemedicina, los cardiólogos y otros profesionales sanitarios pueden beneficiarse de nuevas vías de intercambio de información mucho más rápidas, precisas y eficaces.

En telecardiología, los médicos pueden transferirse telemáticamente una gran cantidad de datos e imágenes, lo que les permite:

  • Compartir hallazgos ecocardiográficos de enfermedades raras.
  • Solicitar una segunda opinión respecto de un diagnóstico complejo.
  • Realizar un examen al paciente a través de una videoconsulta.

Asimismo, la creación de dispositivos portátiles para el seguimiento del estado de salud del paciente, facilita el seguimiento clínico. Dichos dispositivos pueden proporcionar un diagnóstico aproximado en minutos, además de transferir la información recopilada de manera automática al profesional sanitario.

2. Telecardiología “Doc to Patient”

La telecardiología permite establecer una conexión más directa y constante entre los pacientes y los profesionales encargados de su supervisión.

Los dispositivos electrónicos de monitorización ayudan a los profesionales sanitarios a establecer un control y seguimiento ininterrumpido sobre el estado de salud del paciente, así como sobre los efectos y la adherencia del tratamiento prescrito.

La única diferencia existente entre la atención ambulatoria tradicional y esta atención personalizada y telemática, se encuentra en el hecho de la ausencia de contacto físico directo.

Por tanto, aplicando la telecardiología, además de establecer un control más efectivo (donde la capacidad de respuesta ante una emergencia es mucho más rápida), también se logra optimizar el tiempo y los recursos de los que disponen los profesionales sanitarios.

Dispositivos que hacen posible la existencia de la telecardiología

Existen un gran número de dispositivos electrónicos que permiten implantar una telecardiología efectiva y eficaz.

Dichos dispositivos han sido diseñados con el objetivo de monitorizar a los pacientes con patologías cardíacas ya que, para tratar dichas patologías, resulta esencial detectar de manera precoz los primeros síntomas de alerta.

De este modo, podemos identificar diferentes herramientas que permiten establecer ese control continuo sobre el estado de salud del paciente, clasificándose entre dispositivos de telemonitorización cardíaca invasivos -implantables- o no invasivos.

1. Dispositivos invasivos

Los dispositivos de telemonitorización cardiovascular implantables proporcionan información de diagnóstico sobre marcadores tempranos -presión telediastólica ventricular izquierda elevada, presión auricular izquierda elevada, arritmias, etcétera-.

Gracias a estos dispositivos se puede detectar de forma prematura cualquier anomalía en la salud del paciente, e intervenir de forma anticipada.

2. Dispositivos no invasivos

Los dispositivos de telemonitorización cardiovascular no invasivos se encuentran constituidos por básculas o monitores de presión arterial.

Estos dispositivos son muy útiles para supervisar el estado clínico del paciente de manera constante. Además, evitan las posibles complicaciones médicas inherentes al implante de los dispositivos invasivos. Por contra, y en comparación con los dispositivos invasivos, disponen de una sensibilidad más “tardía”, lo que reduce el tiempo de respuesta ante una posible crisis.

A pesar de ello, cumplen una función importantísima, promoviendo el autocuidado por parte del paciente y detectando cualquier síntoma de alerta.

La gestión remota de pacientes en telecardiología: ¿cuáles son sus resultados?

La telecardiología se basa en la combinación de diferentes tecnologías que le permiten cumplir los objetivos de control, supervisión y asistencia.

De este modo, distinguimos diferentes elementos en la implementación técnica de la telecardiología:

  • Dispositivos de medición invasivos.
  • Dispositivos de medición no invasivos.
  • Transferencia de datos cifrada y compatible con la protección de datos del paciente.
  • Infraestructura en telecomunicaciones que permita articular estos servicios de telemedicina.

Todos ellos tienen un elemento común: promover e instaurar una gestión remota de pacientes con patologías cardiovasculares.

Si bien es cierto que en la actualidad no disponemos de un sistema integral que permita garantizar totalmente esa gestión remota, sí contamos con algunos de estos elementos que facilitan la monitorización de dichos pacientes, mejorando su calidad de vida y arrojando resultados esperanzadores.

En este sentido, el ensayo “Telemedical Interventional Management in Heart Failure II (TIM-HF2)” (2), muestra una mejora significativa en la mortalidad de pacientes con insuficiencia cardíaca que contaron con una gestión remota a través de dispositivos no invasivos. Dicho ensayo apunta que, los pacientes a los cuales se les estableció este sistema de seguimiento y control, sufrieron una menor tasa de mortalidad y sus estancias hospitalarias fueron más cortas.

Proyecto destacado como ejemplo de telecardiología: Telecardiochus

Tal y como ya se ha mencionado, gracias a la telecardiología se puede mantener un contacto directo con el paciente y realizar revisiones de manera telemática. Dentro de este contexto, destaca el proyecto “Telecardiochus”, que garantiza una continuidad asistencial en cardiología.

Telecardiochus es un nuevo sistema de atención integral desarrollado en Santiago de Compostela, en colaboración con DUEs, profesionales de atención primaria y cardiólogos.

Este proyecto pretende garantizar una atención continuada de los pacientes cardiovasculares. A través de los nuevos medios de comunicación, y tras el alta hospitalaria, se establece un control efectivo sobre el paciente, sin necesidad de que acuda al hospital o a la consulta.

De esta forma, no sólo se incrementa la calidad asistencial, sino que se logra mejorar el diagnóstico, así como la adherencia al tratamiento prescrito.

La telecardiología impulsada por la Covid-19

Los pacientes con patologías cardíacas requieren de una supervisión médica constante. Desgraciadamente, la pandemia por Covid-19, y el colapso de nuestros hospitales, ha limitado el acceso a la asistencia sanitaria de dichos pacientes.

Para garantizar la seguridad, así como la calidad asistencial en el ámbito de la cardiología, han aparecido nuevas formas de prestar una atención especializada, eficaz y segura.

Accede a este artículo y descubre cómo la telecardiología, por sus grandes ventajas, ha cobrado especial relevancia en esta pandemia.

La telecardiología ha llegado para quedarse

La telecardiología, sin duda, puede mejorar enormemente la calidad de vida de las personas con patologías cardíacas, estableciendo una conexión directa entre los pacientes y los profesionales sanitarios, e incluyendo nuevas formas de control, supervisión y tratamiento.

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