Fecha de publicación:
14 de septiembre de 2020

La estimación que los profesionales, centros y mutuas médicas disponían antes de la actual crisis sanitaria a la hora de adaptar sus plataformas y personal a las nuevas dinámicas de telemedicina era que alrededor de un 70 % de las visitas médicas programadas podrían realizarse de forma telemática. La visita física se considera innecesaria.

Profesionales como médicos de familia o internistas, así como especialidades como psiquiatría o psicología utilizan en mayor medida la telemedicina.

Aunque también un endocrino podría supervisar una diabetes, o un cirujano revisar el aspecto de una herida quirúrgica.

La industria de la telemedicina debía crecer en los próximos cinco años un promedio del 27 % sólo en Estados Unidos, según las previsiones que barajaba la consultora norteamericana Research and Markets, antes que estallara la crisis del actual coronavirus.

¿Qué es la telemedicina?

La telemedicina es el uso de las tecnologías de la información para diagnosticar, monitorizar y tratar a los pacientes de forma remota.

Dicho detalladamente, la telemedicina es la prestación de servicios de salud, donde la distancia es un factor crítico, por parte de profesionales sanitarios a través del uso de tecnologías de la información y la comunicación (TICs) para el intercambio de información válida para el diagnóstico, tratamiento, prevención de enfermedades, investigación, evaluación y formación continuada de profesionales sanitarios. Y todo ello con el objetivo final de mejorar la salud de la población y las comunidades.

La telemedicina busca la salud de un paciente permitiendo la comunicación interactiva en tiempo real entre el paciente y el médico o profesional sanitario a distancia. Esta comunicación electrónica conlleva el uso de equipos de telecomunicaciones interactivas que incluyen, por lo menos, equipamiento de audio y vídeo.

El desarrollo de la medicina a distancia se ha visto favorecido gracias al avance de las tecnologías de la información y las comunicaciones aplicadas a la salud, así como al uso generalizado de Internet en los hogares y el aumento de los teléfonos móviles y otros dispositivos.

¿Objetivos de la telemedicina?

  1. Prevenir, alertar, supervisar y controlar la propagación de enfermedades transmisibles y no transmisibles, mejorando la vigilancia epidemiológica

  2. Contribuir a la integración del sistema de salud del país y a la universalidad de los servicios de salud con calidad, eficiencia y equidad para beneficio prioritario de las poblaciones excluidas y dispersas

  3. Promover la colaboración entre gobiernos, planificadores, profesionales de la salud, sociedad civil organizada y comunidades locales, para crear un sistema de información y de atención de salud fiable, oportuno y de gran calidad

  4. Agilizar la atención en salud, definiendo en tiempo real conductas a seguir

Tipos de telemedicina

Existen 3 tipos de telemedicina: monitorización del paciente a distancia, tecnología de almacenamiento y envíos de los datos, y la telemedicina interactiva con el paciente:

Monitorización de pacientes a distancia

Permite el control domiciliario de pacientes con enfermedades crónicas, utilizando dispositivos que recopilan datos sobre niveles de azúcar en sangre, presión arterial y otros signos vitales. Los cuidadores revisan los datos desde el hospital al momento, y deciden si es necesario realizar otro tipo de acción.

Tecnologías de almacenamiento y envío

Es el almacenamiento de datos clínicos para enviar a otros centros médicos como la obtención de imágnes de rayos X en el ambulatorio y enviarlas al momento a un centro especializado para su interpretación.

Telemedicina interactiva

Este tipo de telemedicina permite a médicos y pacientes comunicarse en tiempo real. Suele ser una videoconferencia, que el paciente puede realizar desde su casa o un centro de salud próximo.

La nueva relación médico – paciente

La telemedicina acorta las distancias entre médico y paciente y mejora la eficiencia en los servicios sanitarios, tanto públicos como privados.

Con la telemedicina, la relación médico –paciente pasa a ser más colaborativa y participativa, y el número de profesionales de la salud que prescriben recursos digitales a sus pacientes como complemento de su visita es creciente.

Para que la telemedicina sea posible, los centros sanitarios deben contar con equipos preparados, medios de comunicación como Internet, equipos con videoconferencia y especialistas que presten sus servicios.

La telemedicina supone un gran avance para pacientes crónicos y de edad avanzada, a quien en muchos casos les permite contar con cierta autonomía.

Además, los seguimientos de su patología mediante videoconferencia suponen un ahorro de tiempo tanto para el paciente como para el médico, y una reducción del flujo de pacientes en las salas de espera de hospitales y centros de atención primaria.

Los pacientes acepan muy bien esta nueva relación médico-paciente.

El 98 % de los pacientes dicen estar muy satisfechos con visitas a través de telemedicina, un 95 % volverían a utilizarla, y un 95 % recomendarían una visita mediante telemedicina a un amigo (Estudio Polinski JM, et al. Patients’ Satisfaction with and PReference fot Telehealth Visits. J Gen Intern Med. de marzo de 2016).

La eficiencia de los sistemas sanitarios

La telemedicina mejora el acceso, la calidad de atención, la eficiencia y seguridad, así como la rentabilidad de los sistemas sanitarios.

Las tecnologías de la información sanitaria incluyen el hardware y el software utilizado para crear electrónicamente, mantener, analizar, almacenar o recibir información que ayude al diagnóstico, cura, mitigación, tratamiento o prevención de una enfermedad.

Las historias clínicas o la receta electrónicas reducen errores, mejoran el seguimiento de guías y protocolos, son más eficientes e incluso reducen el coste de atención, evitando, por ejemplo, duplicaciones en pruebas diagnósticas.

Los beneficios de la telemedicina aplicada a la salud

Tanto médicos como pacientes coinciden en afirmar que la telemedicina aporta más ventajas que inconvenientes en el cuidado, gestión y administración de la salud.

Estos son los principales beneficios:

En la salud:

  • La telemedicina fomenta el apoyo inmediato a la población, brindando mejor calidad en la atención.
  • Mejora la distribución geográfica de los recursos humanos en salud.
  • Disminuye el aislamiento en la práctica de salud rural.

De desarrollo:

  • La telemedicina es un detonador de desarrollo social de la comunidad.
  • Facilita el acceso a servicios y soporte técnico para poblaciones y comunidades rurales.
  • Reducen la brecha existente, dependiendo de la zona geográfica.

De acceso:

  • Ayuda a eliminar barreras de acceso y ofrece calidad en el servicio e información.
  • Disminuye la necesidad de traslados, así como los costes de transporte y los tiempos de espera.

En la educación:

  • La telemedicina está a la vanguardia en tutoría y educación a distancia.
  • Ofrece nuevas maneras de apoyar y enseñar conocimientos especializados a hogares, escuelas, centros comunitarios, municipios, etc.
  • Mejora la relación práctica con los médicos.

Obstáculos en la implantación de la telemedicina

Uno de los obstáculos con los que se encuentra la telemedicina es un complejo de factores humanos y culturales. Algunos pacientes y trabajadores de la salud se resisten a adoptar modelos de servicio diferentes de los enfoques tradicionales, mientras que otros carecen de conocimientos en TICs para utilizar eficazmente los enfoques de telemedicina, a lo que hay que sumar diferencias lingüísticas y culturales entre pacientes y proveedores de servicios.

Otro obstáculo importante son las consideraciones legales, como la falta de políticas que rijan la privacidad de los pacientes y la confidencialidad respecto a la transferencia, almacenamiento e intercambio de datos entre profesionales de la salud, la autenticación de profesionales de la salud y el riesgo de responsabilidad médica.

Además, debe tenerse en cuenta la propia tecnología, ya que se trata de sistemas complejos que, en caso de mal funcionamiento, podría provocar un fallo de software o hardware y en consecuencia aumentar la morbilidad o mortalidad de los pacientes y la responsabilidad de los proveedores de salud.

MAT-ES-2102390

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