Fecha de publicación:
30 de mayo 2023
 

Tiempo de lectura:
03:09 MIN
 

Introducción

La enfermedad renal crónica es una patología que conlleva muy alto riesgo cardiovascular, con un aumento de la mortalidad cardiovascular que progresa a medida que empeora el filtrado glomerular. Por ello, resulta fundamental controlar los factores modificables de riesgo cardiovascular, como la dislipidemia, que incrementa la aterosclerosis y sus complicaciones asociadas.

Se presenta el caso de un paciente varón de 74 años, en seguimiento nefrológico por trasplante renal de donante cadáver realizado en 1995, en tratamiento con micofenolato y everolimus. Había estado un año en diálisis peritoneal por una enfermedad renal crónica de etiología no filiada, posiblemente secundaria a nefropatía vascular. Entre sus antecedentes personales destacan:

  • Hipertensión arterial diagnosticada a los 50 años, en tratamiento con furosemida, candesartán y carvedilol.

  • Hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia, en tratamiento con ezetimiba y fibrato por prurito y eosinofilia asociados a estatinas.

  • Enfermedad de triple vaso revascularizada y fibrilación auricular crónica, con anticoagulación oral, en seguimiento por Cardiología.

Tratamiento y evolución

En octubre de 2015, sufre síndrome coronario agudo sin elevación del ST que evoluciona a infarto agudo de miocardio no Q Killip I por trombosis distal de bypass de safena, tratado con fibrinolisis y estatina, con buena respuesta, quedando estenosis residual moderada por difícil acceso para intervencionismo. En todo momento, el paciente mantiene una función renal normal, con una creatinina sérica de 0,5-0,9 mg/dL. El control de la hipercolesterolemia es óptimo (c-LDL, 45-60 mg/dL) pero, en febrero de 2017, el paciente refiere no soportar más el prurito ocasionado por la estatina.

En la exploración se advierte sequedad cutánea generalizada con lesiones de rascado en distintas fases de evolución y con distribución en tórax, espalda y miembros superiores e inferiores (Figura 1).

Figura 1. Sequedad mucocutánea y lesiones de rascado por estatinas

Ante el antecedente de alergia referido previamente por el paciente, se decide la sustitución de la estatina (atorvastatina 80 mg/día) por alirocumab (75 mg quincenal), con estrecho control clínico y analítico por la falta de experiencia con iPCSK9 en pacientes trasplantados renales y, por tanto, en tratamiento inmunosupresor (Tabla 1). El prurito y las lesiones cutáneas desaparecieron con el cambio de tratamiento.

Fecha de revisión

Tratamiento

Creatinina (mg/dL)

c-LDL (mg/dL)

Triglicéridos (mg/dL)

07/15

Ezetimiba 10 mg/día

0,7

101

77

10/15

SCA

Atorvastatina 80 mg/día

Ezetimiba 10 mg/día

0,8

57

68

08/16

Atorvastatina 80 mg/día

Ezetimiba 10 mg/día

0,5

52

58

01/17

Atorvastatina 80 mg/día

Ezetimiba 10 mg/día

0,6

43

62

02/17 Retirada atorvastatina 80 mg/día e inicio tratamiento con Alirocumab

03/17

Alirocumab 75 mg/c2s

Ezetimiba 10 mg/día

0,5

26

70

05/17

Alirocumab 75 mg/c2s

Ezetimiba 10 mg/día

0,7

27

76

07/17

Alirocumab 75 mg/c2s

Ezetimiba 10 mg/día

0,6

37

57

09/17

Alirocumab 75 mg/c2s

Ezetimiba 10 mg/día

0,6

41

80

01/18

Alirocumab 75 mg/c2s

Ezetimiba 10 mg/día

0,7

41

67

09/18

Alirocumab 75 mg/c2s

Ezetimiba 10 mg/día

0,7

30

62

10/19

Alirocumab 75 mg/c2s

Ezetimiba 10 mg/día

0,6

41

69

09/20

Alirocumab 75 mg/c2s

Ezetimiba 10 mg/día

0,6

35

84

11/21

Alirocumab 75 mg/c2s

Ezetimiba 10 mg/día

0,6

42

55

Desde 2017 a 2023, el paciente ha tenido cifras de c-LDL de 25-45 mg/dL (Figura 2), en objetivo según las guías ESC/EAS de 2019.1 Los niveles de everolimus se han mantenido estables durante todo el seguimiento, la función renal no se ha modificado, no ha habido ningún otro evento coronario en este tiempo y no ha aparecido ningún efecto secundario.

Conclusiones

Alirocumab fue eficaz y bien tolerado en este paciente con trasplante renal. Podría considerarse como alternativa en este perfil de pacientes y, especialmente, en aquellos que ya han tenido un evento cardiovascular, en los que los niveles de c-LDL son esenciales en prevención secundaria.

En la exploración se advierte sequedad cutánea generalizada con lesiones de rascado en distintas fases de evolución y con distribución en tórax, espalda y miembros superiores e inferiores (Figura 1).

caso-clinico-nefrologia-hipercolesterolemia

Figura 2. Evolución de la dislipidemia antes y después del tratamiento con alirocumab.

Autores

doctor-miguel-angel-rojas

Dr. Miguel Ángel Rojas Fernández
Servicio de Nefrología. Hospital La Mancha-Centro

dra-elizabet-canavali

Dra. Elizabeth Canllavi Fiel
Servicio de Nefrología. Hospital La Mancha-Centro

doctora-rebeca-garcia-agudo

Dra. Rebeca García Agudo
Servicio de Nefrología. Hospital La Mancha-Centro

Dra. Beatriz Proy Vega
Servicio de Nefrología y Farmacia Hospitalaria. Hospital La Mancha-Centro

MAT-ES-2301491 V1 Junio 2023

    c2s: cada 2 semanas; iPCSK9: inhibidor de la proproteína convertasa subtilisina/kexina tipo 9; SCA: síndrome coronario agudo.

    1. Mach F, et al. 2019 ESC/EAS Guidelines for the management of dyslipidaemias: lipid modification to reduce cardiovascular risk. Eur Heart J. 2020;41(1):111-188

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