Fecha de publicación:
1 de junio de 2021

La diabetes es una enfermedad crónica que exige de un seguimiento constante y periódico, tanto por parte del paciente, como de los profesionales sanitarios. 

Debido a la pandemia, la posibilidad de que los pacientes con diabetes pudieran recibir, de manera presencial, la atención sanitaria requerida, se redujo muchísimo. 

La solución llegó, una vez más, de la mano de la telemedicina con la implantación de la teleconsulta en el abordaje de la diabetes. Pero, ¿cómo debe llevarse a cabo para garantizar su eficacia? ¿Reporta mayores beneficios que la consulta presencial? ¿Hay aspectos que mejorar?

La teleconsulta ha sido fundamental para garantizar una adecuada atención sanitaria a las personas con diabetes.

La pandemia por Covid-19 ha cambiado la forma de hacer salud. Desde su inicio, allá por principios de marzo de 2020, ha revolucionado el panorama de la atención sanitaria, promoviendo la implantación de sistemas telemáticos más seguros y saludables. 

De la mano de la telemedicina, la teleconsulta se ha instaurado como la alternativa perfecta a la consulta tradicional, ya que permite ofrecer asistencia sin necesidad de desplazamiento, ni contacto estrecho entre pacientes y profesionales sanitarios. 

Gracias a la teleconsulta (junto con otros mecanismos de telemonitorización) las personas con enfermedades crónicas que requieren de un seguimiento médico periódico, como la diabetes, han podido acceder a una atención profesional. 

Ejemplo de ello, lo encontramos en una encuesta realizada por la Sociedad Española de Diabetes -SED-1. 

Dicha encuesta concluye que la mayoría de profesionales sanitarios que atienden a personas con diabetes ha realizado algún cambio en sus pautas habituales de asistencia sanitaria, introduciendo las consultas virtuales en su práctica diaria1. 

Los profesionales avalan la utilidad de este medio telemático como herramienta apta en el marco de la gestión sanitaria de estos pacientes, asegurando el mantenimiento de una atención ininterrumpida1

Sin embargo, al tratarse de un escenario novedoso, han surgido dudas acerca de cómo debe procederse para garantizar una atención de calidad. 

¿Cómo debe llevarse a cabo la teleconsulta en pacientes con diabetes?

La teleconsulta es una forma de telemedicina (la cual se identifica con la aplicación de las Tecnologías de la Información y Comunicación en el plano médico y asistencial) que consiste en el intercambio de información a través de medios electrónicos, con el fin de obtener un asesoramiento diagnóstico o terapéutico. 

Como se hacía referencia con anterioridad, y a pesar de que este medio de comunicación ha sido utilizado en masa para las consultas de control de diabetes, muchos pacientes y profesionales sanitarios no están familiarizados con este nuevo método de asistencia. 

Por ello, resulta necesario establecer unas pautas genéricas que aseguren que este tipo de consultas son realmente eficaces y ayudan a establecer un control adecuado sobre la enfermedad.

Pautas para llevar a cabo una teleconsulta para atender a pacientes con diabetes

Con el fin de que el profesional sanitario pueda obtener todos los datos necesarios para garantizar un correcto control de la enfermedad mediante la teleconsulta, resulta esencial que el paciente recabe determinada información de manera previa a la misma. 

Esta información, debe atender a cuestiones relativas a: 

  • El estado de salud del paciente.  
  • Cambios importantes desde la última consulta. 
  • Peso. 
  • Tensión.
  • Valores de glucosa.
  • Hábitos alimentarios. 
  • Tabaquismo 
  • Ejercicio
  • Medicación. 
  • Síntomas. 

De esta forma, además de promover el autocuidado y control de la enfermedad por parte del paciente, el profesional sanitario obtiene datos de valor que le van a ayudar a conocer mejor la situación del paciente, y sus necesidades. 

Asimismo, y siempre y cuando el paciente disponga de dispositivos de monitorización telemáticos, sería adecuado que el profesional sanitario revisara la información arrojada por los mismos, ya sea durante la teleconsulta, o en momentos anteriores. 

Por último, tanto el profesional como el paciente, deben asegurarse del correcto funcionamiento y conexión de los equipos electrónicos a través de los que se va a realizar la teleconsulta. 

Beneficios de la teleconsulta en pacientes con diabetes

Más allá de los beneficios que, per se, reporta el uso de la teleconsulta en un escenario como el actual, diversos estudios apuntan a que este nuevo medio de atención sanitaria en el abordaje de la diabetes mejora significativamente el control de glucosa en sangre2

Además: 

  • Facilita el acceso a la asistencia profesional de las personas con diabetes. 
  • Elimina las barreras físicas, económicas y geográficas. 
  • Posibilita la realización de controles periódicos más frecuentes. 
  • Mejora la adherencia del tratamiento. 
  • Aumenta los niveles de autocuidado y control de la enfermedad por parte del paciente. 
  • Protege, tanto al paciente como al profesional, de entornos sanitarios que podrían conllevar un mayor riesgo de contagio por Covid-19. 
  • Optimiza los recursos sanitarios existentes y ahorra costes. 
  • Mejora la experiencia del paciente, eliminando tiempos de espera.

Desafíos de la teleconsulta en pacientes con diabetes

A pesar de todas las ventajas que ofrece la teleconsulta aplicada en el control de la diabetes, aún existen muchos desafíos que superar. 

Algunos de ellos están relacionados con la propia naturaleza de la enfermedad. Y es que, en ocasiones, la teleconsulta no puede sustituir a la consulta presencial (sobre todo, ante situaciones de urgencia y complicaciones médicas). 

Lógicamente, estas limitaciones en la aplicación de la teleconsulta son inamovibles, pero existen otras de carácter tecnológico y económico, que algún día podrían llegar a eliminarse, como por ejemplo: 

  • Problemas en cuanto a la privacidad de los datos del paciente. 
  • Red de conexiones deficiente (lo que dificulta una comunicación fluida y adecuada entre profesional y paciente).
  • Falta de medios económicos por parte del paciente (lo que imposibilita a acceder a la tecnología necesaria para llevar a cabo una teleconsulta). 

La teleconsulta ha abierto un abanico de posibilidades para abordar un correcto seguimiento de la diabetes

Sin duda, la teleconsulta ha abierto un amplio abanico de posibilidades para abordar el manejo de personas con diabetes, facilitando el acceso a atención médica personalizada y mejorando el control de la enfermedad. 

Sin embargo, aún existen muchos retos y desafíos que superar para conseguir implementar una teleconsulta válida y eficaz. 

Fuentes:
  1. Resultados de la encuesta SED sobre el impacto de la pandemia en el manejo de la diabetes. Sociedad Española de Diabetes [Internet]. [Citado en…]. Disponible en: https://www.sediabetes.org/noticias/resultados-de-la-encuesta-sed-sobre-el-impacto-de-la-pandemia-en-el-manejo-de-la-diabetes/ 
  2. Gerd Flodgren, Antoine Rachas, Andrew J Farmer, Marco Inzitari, Sasha Shepperd. Interactive telemedicine: effects on professional practice and health care outcomes. National Library of Medicine [Internet]. Septiembre de 2015. [Citado en…]. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26343551/. Timothy Xu, Shreya Pujara, Sarah Sutton, Mary Rhee. Telemedicine in the Management of Type 1 Diabetes. Centers of Disease Control and Prevention [Internet]. Enero del 2018. [Citado en…]. Disponible en: https://www.cdc.gov/pcd/issues/2018/17_0168.htm 

MAT-ES-2101784 – v2-junio2021

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