Globulina anti-timocito de conejo vs. basiliximab en trasplante renal

Antecedentes

La terapia de inducción reduce la frecuencia de rechazo agudo y retraso en la función del injerto después del trasplante. Los anticuerpos policlonales anti-timocito de conejo o basiliximab, un anticuerpo monoclonal del receptor de interleucina-2, se usan comúnmente para la inducción.

Metodología

En este estudio prospectivo, aleatorizado e internacional, se comparan ciclos cortos de globulina antitimocítica y basiliximab en pacientes con alto riesgo de rechazo agudo o retraso en la función del injerto que recibieron un trasplante renal de un donante fallecido. Los pacientes que recibían ciclosporina, micofenolato mofetilo y prednisona se asignaron aleatoriamente para recibir globulina antitimocítica de conejo (1,5 mg por kilogramo de peso corporal al día, 141 pacientes) durante el trasplante (día 0) y los días 1 a 4 o basiliximab (20 mg, 137 pacientes) en los días 0 y 4. La variable principal fue la variable compuesta por rechazo agudo, retraso en la función del injerto, pérdida del injerto y muerte.

Resultados

A los 12 meses, la incidencia de la variable principal compuesta fue similar en los dos grupos (P=0,34). El grupo de globulina antitimocito, en comparación con el grupo de basiliximab, tuvo una menor incidencia de rechazo agudo (15,6 % frente a 25,5 %, P=0,02) y de rechazo agudo que requirió tratamiento con anticuerpos (1,4% frente a 8,0%, P=0,005). El grupo de globulina antitimocito y el grupo de basiliximab tuvieron incidencias similares de pérdida del injerto (9,2% y 10,2%, respectivamente), retraso en la función del injerto (40,4% y 44,5%) y muerte (4,3% y 4,4%). Aunque las incidencias de todos los eventos adversos, eventos adversos graves y cánceres también fueron similares entre los dos grupos, los pacientes que recibieron globulina antitimocítica tuvieron una mayor incidencia de infección (85,8% frente a 75,2%, P = 0,03) pero una menor incidencia de enfermedad por citomegalovirus (7,8% frente a 17,5%, P = 0,02).

Conclusiones

Entre los pacientes con alto riesgo de rechazo agudo o función retardada del injerto que recibieron un trasplante renal de un donante fallecido, la terapia de inducción que consiste en un ciclo de globulina antitimocítica de 5 días, en comparación con basiliximab, redujo la incidencia y la gravedad del rechazo agudo pero no la incidencia de la función retrasada del injerto. La supervivencia del paciente y del injerto fue similar en los dos grupos. 

Daniel C Brennan , John A Daller, Kathleen D Lake, Diane Cibrik, Domingo Del Castillo.