Fecha de publicación:
5 de agosto de 2022

Los últimos avances revelan que se forman de la misma manera que las piedras geológicas en la naturaleza: no cristalizan de una vez y de manera fulminante

Una de cada 10 personas tendrá a lo largo de su vida cálculos renales, cuyo proceso de formación sigue sin conocerse de manera exhaustiva. Esto puede cambiar gracias a las aportaciones de la geología, que por lo pronto han permitido establecer que estos depósitos en el riñón se forman de la misma manera que las piedras geológicas en la naturaleza. Esto significa que no cristalizan de una vez y de manera fulminante, un conocimiento que abre la puerta al desarrollo de nuevos tratamientos.

Como ocurre en la naturaleza, las piedras en el riñón se disuelven parcialmente y se vuelven a formar varias veces, una visión que choca con la que tradicionalmente ha tenido la medicina de que surgen repentinamente e intactas. Este cambio contextual en la comprensión de la formación abre fundamentalmente nuevas vías de investigación. Así lo han determinado investigadores de la Universidad de Illinois en un estudio que, publicado en Nature Reviews Urology, une geología, biología y medicina para mapear todo el proceso de formación de los cálculos renales. Los autores han bautizado este enfoque como GeoBioMed. La conclusión es que las piedras en el riñón compuestas de minerales ricos en calcio se precipitan a partir de un continuo de eventos repetidos de cristalización, disolución y recristalización, "los mismos procesos naturales fundamentales que se han producido durante miles de millones de años de biomineralización en la Tierra".

Ágatas, corales y aguas termales

Este "cambio de paradigma" también ha permitido el desarrollo de un nuevo esquema de clasificación de cálculos renales de acuerdo con la energética termodinámica y la arquitectura cristalina. Las piedras se forman creando un patrón característico de cristales en capas muy similares a los de ágatas, esqueletos de coral y depósitos de aguas termales. La formación de cálculos renales humanos, en definitiva, está controlada por la misma secuencia fundamental de procesos que gobierna la deposición de fosfato, carbonato y silicato en otros entornos naturales y diseñados en la Tierra. Estos procesos se conocen como biomineralización universal y transiciones de fase diagenética.

Un camino para nuevas terapias

"Estos conocimientos de GeoBioMed identifican estrategias previamente inexploradas para el desarrollo y la prueba de nuevas terapias clínicas para la prevención y el tratamiento de los cálculos renales", resaltan los autores. Este impulso contrasta con que hasta hace poco se sabía relativamente poco sobre la geología de estas piedras.

En relación con las aplicaciones de estos descubrimientos, los autores han incidido en que "si podemos identificar estas transformaciones de fase, qué hace que una fase pase a otra y cómo progresa, entonces quizás podamos intervenir en esa progresión". El objetivo sería "romper la cadena de reacciones químicas que ocurren dentro de los tejidos renales antes de que un cálculo se vuelva problemático"

El paso de lo pequeño a lo grande

Un hallazgo particularmente revelador fue en los inicios de la formación de cálculos renales: las piedras comienzan como microesférulas, o pequeñas gotas de mineral, que se fusionan para formar cristales más grandes en los tejidos renales. Normalmente se eliminan, pero cuando se unen para formar piedras más grandes que continúan creciendo, pueden volverse insoportablemente dolorosas e incluso mortales en algunos casos El conocimiento de este mecanismo podría aprovecharse con nuevos objetivos farmacológicos, pero también con medidas más a corto plazo como pueden ser cambios en la dieta de los pacientes o la administración de suplementos. El objetivo sería interrumpir la cascada química y biológica que impulsa la formación de los cálculos renales.

MAT-ES-2102623 V1 Julio 2021

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