Fecha de publicación:
Julio de 2021

Un estudio admite que sigue sin conocerse la causa exacta de esta relación, pero que la cuestión psicológica debe estimarse para mejorar la prevención primaria de la ERC

Los síntomas de depresión alta se asocian significativamente con un mayor riesgo de deterioro rápido de la función renal entre adultos con una función renal normal. Los motivos que propician esta situación han sido poco investigados y están todavía por dilucidar, pero esta conexión (y el impacto psicológico en general) debe tenerse en cuenta para mejorar la prevención primaria de la enfermedad renal crónica (ERC).

Estas son algunas de las conclusiones de un estudio desarrollado en China con 4.763 pacientes, publicado en CJASN (Clinical Journal of the American Society of Nephrology). Tras un seguimiento durante cuatro años, la investigación constató que 260 de los participantes (casi un 6 por ciento), que presentaban síntomas depresivos, desarrollaron un rápido deterioro de la función renal pese a que anteriormente no habían sufrido problemas de este tipo.

Los síntomas depresivos iniciales se determinaron utilizando una escala del Centro de Estudios de la Depresión de diez ítems con una puntuación de corte mayor o igual a diez para definir los síntomas depresivos altos. En general, "hubo una asociación positiva significativa" entre los síntomas depresivos iniciales y la rápida disminución de la función renal después de los ajustes para los principales factores demográficos, clínicos o psicosociales.

Un incremento del 39 por ciento

Más en concreto, solo cuatro síntomas depresivos específicos se asociaron significativamente con el rápido deterioro de la función renal. Estos cuatro ítems se corresponden con que el paciente está molesto por las cosas, tenía problemas para concentrarse, sentía que todo era un esfuerzo y se sentía solo.

Los autores llegan a concretar en un incremento del 39 por ciento el riesgo de deterioro rápido de la función renal entre pacientes con síntomas depresivos altos. Además, aunque no hubo interacciones significativas, los análisis estratificados mostraron una vinculación más fuerte entre los síntomas depresivos y el rápido deterioro de la función renal en fumadores, participantes no diabéticos y aquellos con IMC <24 kg/m2 o presión alta sistólica ≥ 140 mmHg.

Mecanismos potenciales

Los autores especulan sobre la existencia de varios mecanismos potenciales por los cuales los síntomas depresivos acelerarían el deterioro de la función renal, como la presencia en estos pacientes de niveles circulantes más altos de citocinas inflamatorias, como IL-6 y TNF-α. Esto puede activar procesos autoinmunes, contribuir a la disfunción endotelial, promover la fibrosis renal y acelerar el deterioro de la función renal.

Otra posibilidad es que la presencia de síntomas depresivos puede disminuir la sensibilidad del sistema inmunológico a las hormonas glucocorticoides y afectar al sistema inmunológico, lo que podría ocurrir a través del desequilibrio autónomo y la activación del eje suprarrenal hipofisario hipotalámico.

Detección de síntomas previos

También barajan que la depresión puede estar relacionada con algunos comportamientos de salud, como el retraso en la búsqueda de atención médica y las elecciones de estilo de vida poco saludables. Aquí se incluirían la mala nutrición, la interrupción de la interacción social y la inactividad física, "que también pueden contribuir al rápido deterioro de la función renal".

En general, la investigación señala que la depresión es prevalente en pacientes con ERC, y que ambas patologías están incrementando su impacto en la población. Por ello, resaltan que los datos obtenidos "proporcionan alguna evidencia para la detección de síntomas depresivos y la intervención psicosocial eficaz para mejorar la prevención primaria de la ERC".

MAT-ES-2102397 V1 Julio 2021

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