Fecha de publicación:
5 de agosto de 2022

Personas aparentemente no emparentadas que portan la misma variante patogénica autosómica dominante pueden haberla heredado de un ancestro común

La diversidad de cambios genéticos que causan la enfermedad renal poliquística (ERP) han sido puestos de manifiesto por un estudio que revela las claves de la forma más común de enfermedad renal hereditaria. Una de sus aportaciones más significativas es que personas aparentemente no emparentadas que portan la misma variante patogénica autosómica dominante pueden haberla heredado de un ancestro común.

La ERP afecta a aproximadamente 12,5 millones de personas en todo el mundo y es una de las principales causas de enfermedad renal en etapa terminal (ERT). La prevalencia de ERT relacionada con ERP en Europa varía de 30 casos por millón de habitantes en Suiza a más de 180 en algunas zonas de España.

En este contexto, una reciente investigación ha desarrollado un estudio genético de la ERP en Irlanda, país que los autores consideran de referencia para un análisis de este tipo ya que el tamaño de las familias es tradicionalmente grande y la población relativamente homogénea. Publicado en European Journal of Human Genetics, la investigación profundiza en una enfermedad que se caracteriza por el desarrollo de quistes renales llenos de líquido, que provocan una pérdida progresiva de la función renal y que culmina en la necesidad de terapia de reemplazo renal o trasplante de riñón.

El panorama genético de la ERP

El estudio, que se centra en una cohorte de 169 pacientes, ha permitido describir el panorama genético de la ERP en Irlanda por primera vez. Esto ha posibilitado que se comparen las características clínicas de los pacientes con y sin diagnóstico molecular y correlacionar la gravedad de la enfermedad con el tipo de variante patogénica autosómica dominante.

Los autores han utilizado para ello una combinación de herramientas genéticas moleculares, incluida la secuenciación dirigida de próxima generación, lo que les ha llevado a reportar tasas de diagnóstico del 71 al 83 por ciento en pacientes irlandeses con ERP. La horquilla viene determinada por qué pautas de clasificación de variantes se utilicen, la del American College of Medical Genetics (ACMG) o la de la Clínica Mayo.

Un antepasado común

Como resultado de este trabajo, se ha catalogado un espectro de variantes patogénicas de ERP autosómicas dominantes irlandesas, con la incorporación de 36 variantes nuevas. Y una de las conclusiones más relevantes es que un antepasado común desconocido suele estar detrás de los casos en los que personas aparentemente no emparentadas portan la misma variante patogénica autosómica dominante.

Por todo ello, los autores inciden en la importancia del diagnóstico genético ya que no solo orienta sobre el pronóstico, sino que también revela información fundamental de los familiares que barajan donar un riñón a un miembro de la familia. Asimismo, aporta datos muy a tener en cuenta a la hora de planificar una familia o tomar decisiones sobre el tratamiento.

Claves del diagnóstico genético

En este sentido, subrayan que un diagnóstico genético confirmado abre la posibilidad de un cribado preimplantacional para parejas con antecedentes familiares de ERP. Asimismo, puede garantizar que los pacientes reciban pruebas de seguimiento para las complicaciones comunes de ERP, incluidos aneurismas cerebrales y quistes hepáticos.

En sus conclusiones, la investigación recomienda que las pruebas de ERP adopten una combinación de enfoques para el diagnóstico molecular de los pacientes con este problema. Asimismo, aboga por una mayor estandarización de la evaluación de la patogenicidad variante dentro de la comunidad de ERP.

MAT-ES-2102397 V1 Julio2021

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